18 Jul
18Jul

Reconocida en situación de gran invalidez una trabajadora diagnosticada de trastorno mental, ansiedad y depresión, consumo ocasional de cocaína y alcohol, y varios intentos e ingresos hospitalarios, porque necesita asistencia de tercera persona para los actos más elementales, principalmente, defensa de su propia vida.Expone la sentencia que en el concepto de acto esencial de la vida debe entenderse comprendido, - prescindiendo incluso de su concurrencia con otros actos concretos también esenciales-, el de la genérica defensa de la propia vida e integridad física. De hecho, destaca que necesita supervisión constante de su familia para evitar que se repitan los intentos autolíticos. Su evolución ha sido tórpida y persiste la ideación de suicida; no ha sido suficiente la supervisión familiar, pues tuvo que ser internada por mandato sanitario en hospitales psiquiátricos en varias ocasiones, tanto en régimen completo como en hospital de día, durante largas temporadas y con varias recaídas.

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