Existe una serie de decisiones esenciales que las personas consumidoras y usuarias pueden tomar para mejorar su manera de consumir, es decir, para favorecer un consumo responsable de bienes y servicios, y para actuar como consumidores proactivos, críticos y reflexivos.Estar debidamente informados es uno de los aspectos principales a tener en cuenta, y por ello una forma de mejorar la manera de consumir es atender a la información que proporciona el etiquetado de los productos. La información es también fundamental en la contratación de servicios. Por ello, mejorar el consumo también implica leer detenidamente los contratos –incluida la letra pequeña– para tomar decisiones correctas.Estar al día de los recursos y las novedades normativas en materia de consumo es otra buena manera de poder garantizar un buen consumo. En este sentido, la ciudadanía cuenta con Consumo Responde, que ofrece vías de información y comunicación como la propia web (www.consumoresponde.es) y los perfiles de redes sociales (Instagram, Facebook y X), así como a través del teléfono gratuito 900 21 50 80 y del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es. A través de estos canales, las personas consumidoras tienen acceso a información útil sobre aspectos tan importantes como las reclamaciones, el arbitraje, la red de alerta de productos de consumo, telecomunicaciones, suministros energéticos, vivienda, viajes, transportes, y otros productos y servicios.Un buen consumo se identifica igualemente con un consumo responsable y sostenible, es decir, aquel que propicia un menor impacto en el entorno. Aplicar en los hábitos de consumo reglas como la de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) ayudan a mitigar ese impacto ambiental, así como, por ejemplo, realizar compras de electrodomésticos, televisores, bombillas, fijándonos en la etiqueta de eficiencia energética.