Nueva Pescanova vuelve a navegar con rumbo firme. Después de que EY detectara problemas de liquidez durante la due dilligence, encargada en el marco del proceso de venta de la compañía por parte de Abanca a la canadiense Cooke, la entidad financiera le ha lanzado un salvavidas. Según han confirmado fuentes de la propia compañía, el pasado mes de junio Abanca facilitó el circulante de la empresa, de la que es accionista mayoritario, con la concesión de un crédito de 150 millones avalado por el ICO con cargo al programa de ayuda a la guerra de Ucrania. El pasado mes de marzo, concretamente el día 15, menos de un mes antes de que se cerrase el acuerdo con Cooke, Nueva Pescanova emitió un comunicado al Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) señalando que contaba con "plena autonomía financiera" para acometer su plan de negocio.En el mismo, se mencionaba la existencia de un crédito sindicado, firmado en 2016, por un importe de hasta 150 millones de euros con fecha de vencimiento a finales de ese mismo mes de marzo, el día 23, al que haría frente "dentro del curso ordinario de sus operaciones". Y así fue. Lo sufragó con su propia caja. Pero Nueva Pescanova se vio obligada a buscar una nueva financiación que le permitiese hacer frente a su negocio diario y llamó entonces a la puerta de Abanca.