El alza de tipos sigue haciendo estragos en la economía de las familias y está llevando a un incremento de la reunificación de deudas, un instrumento que ofrecen diferentes empresas financieras –desde bancos a otro tipo de firmas dedicadas a otorgar préstamos– para unir todos los créditos de una familia en uno único y aliviar, momentáneamente, la presión financiera. Los datos del último barómetro de Asufin, a cierre del mes de julio, muestran que en el último año se acogieron a esta medida 883.000 familias, un 9% más que en el ejercicio anterior. O lo que es lo mismo, 73.000 familias más se vieron abocadas a tomar esta medida en los últimos meses pese a que este alivio momentáneo supone un incremento del endeudamiento total y de su coste en un momento en el que el precio de la financiación sigue al alza.Las cifras demuestran que desde hace ya varios ejercicios, este barómetro comenzó a hacerse en 2020, el número de familias que se ven abocadas a tomar esta decisión no para de crecer. Así, en el año de la pandemia fueron 712.500 familias las que optaron por esta solución, en 2021 la cifra subió hasta las 750.000 y desde entonces se ha seguido incrementando hasta las 810.000 en 2022 y 883.000 a cierre de julio de este año. Esta escalada muestra un incremento porcentual que se ha acrecentado con la subida de tipos del último año, sobre todo debido al incremento de las cuotas hipotecarias de aquellos productos firmados a tipo variable, que habitualmente constituyen el coste financiero más importante para las familias españolas.Pero la reunificación de las deudas tiene una parte negativa que también va asociada a la propia subida de tipos: al reunificarse sobre productos más caros, ya sean hipotecas o préstamos personales, también el coste global de la operación se eleva. Este efecto incluso se multiplica si se eligen los plazos más dilatados para conseguir cuotas más reducidas, tendencia al alza en el último año.