Casi tres años y medio han pasado desde que comenzó la pandemia. Y casi tres años y medio después la cadena de suministro de la industria automovilísitica aún no se ha estabilizado.Es cierto que la producción de vehículos recupera poco a poco su cadencia, pero las tensiones aún se mantienen. El Grupo BMW, Porsche o el fabricante estadounidense Fisker ya han alertado de los esfuerzos que han de realizar de cara a la segunda mitad del año para mantener sus planes de producción y entregas."El Grupo BMW espera mayores gastos para los proveedores debido a la inflación y que la cadena de suministro continúe siendo un obstáculo en la segunda mitad del año", explicó el consorcio bávaro. No obstante, la advertencia realizada por el consorcio automovilístico alemán, propietario de la marca homónima, Mini y Rolls-Royce, incluía un alza de las previsiones para el segundo semestre. La nueva previsión del Grupo BMW para el cierre de 2023 incluye un "sólido crecimiento con respecto al año anterior", frente a la anterior estimación en la que esperaba que las entregas a clientes registrasen al cierre del año un "ligero crecimiento".